8.3.17

... pero decidí

Decidí dejar atrás la cordura, porque no encajaba en el tipo de mujer que quería ser. Me quedaba muy corta la idea de ser siempre la máscara, cuando tenía la oportunidad de ser mi verdadera yo... esa que amo con todos sus defectos, manías y virtudes. 

Decidí dejar de tragarme mis emociones irracionales, porque la mente no juega justo con el corazón... lo llena de artimañas que lo hacen pensar que para ser feliz hay que tener un novio, marido, pareja, hijos, casa, carros y un trabajo que vaya en aumento, para poder disfrutar de todos los caprichos que nos hacen "felices". 

Nos vendieron la falsa idea de que para ser felices necesitamos contenernos, aguantar los baches y salir adelante con la frente en alto. Como nuevos. ¡Señores! ¡las heridas se enseñan, porque son el recuerdo de cada batalla en la que saliste triunfante, incluso cuando perdiste. 

Decidí dejar de mirar cómo la gente me juzgaba o me hacía sentir incómoda. Decidí gritar abiertamente que no me importa un carajo lo que puedan decir de mí, que si me porto de esta manera se mejorará mi vida, o que si hago esto bien, lograré llegar a un puesto significativo. ¿Qué resulta significativo cuando las cosas a tu alrededor te hacen sentir que no eres lo que viniste a ser?

Decidí que las únicas personas que podían opinar sobre mi vida eran las personas a quienes les confiaba mis secretos, mis dudas y mis miedos. Que solo quienes comprenden mis miradas o mis sonrisas, son los que en verdad pueden preguntarme qué me pasa o cómo me pueden ayudar. 

Decidí ser una guerrera que va tras sus sueños sin importar que esté condicionada con un diagnóstico médico. Decidí que por más que me digan que por más que intente, mi condición me iba a frenar, yo no iba a parar. A mí ninguna condición me va a ver las huevas y me va a dar cronometraje para vivir.

Decidí dejar de llenarme de amores vanos, que piensan que hay formas correctas de amar. Se ama cuando se ama... y si no se ama, se suelta. No puedes obligar al corazón a sentir que algo es tuyo, porque nada en esta vida nos pertenece, solo lo que sentimos. Y si no lo sentimos, que se vaya por donde vino.

Decidí olvidarme de los chismes y las personas que intentan herir a los demás. Nadie aquí tiene el derecho a opinar sobre nosotros, cada cuál lleva su carga y la lleva cómo puede. Nadie puede decirte "levántate" porque si no te da la puta gana de hacerlo, es tu proceso y si no lo quieren respetar... que se vayan al demonio.

Decidí ser valiente. Decidí luchar contra mi ego, mis ganas de recibir y robar luz de los demás. No sirve de nada tener ratitos de luz ajena, cuando quien debe brillar eres tú mismo, por ti solo... y si se apaga esa luz, vuélvela a prender. Estamos hechos para brillar, para sobresalir, para ser felices por nosotros mismos.

Decidí dejar de ser cobarde y hacer cosas imprudentes. Volverme bohemia, pasarme de tragos, comer lo que me encanta. Hacer de mis días, noches; y de mis noches días, porque es lo que pide mi corazón. Porque es lo que quiero disfrutar cada día de mi vida. 

Decidí pintar y hacer feliz a mi niña interior que se quedó abandonada años atrás, con ese sueño de ser artista, con el conocimiento limitado para crear únicamente animales en forma de bolitas. Decidí cantar, romper vasos, jarrones, ventanas y edificios enteros si era posible.

Decidí crearme con mi propia conciencia, decidí construirla cada día y cada día mejorarla. 

Y cuando decidí eso, me liberé.

Me liberé del qué dirán, de las religiones, de lo que quiere o no quiere la sociedad, de lo que está correcto o incorrecto, de mantener la compostura solo por agradar... porque ¿saben qué? Solo me tengo que agradar a mí... y cuando eso pase, lograré agradarle a los demás. No sirve de nada ponerse una etiqueta equivocada. Te venderás como algo que no eres y un día se darán cuenta de la verdad... y te juzgarán. 

¿Que tengo el tiempo cronometrado, dicen? Pues para mí el tiempo es una ilusión, la muerte no me aterra... lo que me aterra es estar viva sin haber aprendido a vivir. A vivirme. 

Qué linda que es esa gente que sale a buscar si felicidad, porque se encuentra en cada esquina. No tengan miedo, la liberación se trata de hacer lo que amamos, de compartir, de sernos fieles y escucharnos. Nadie más que nosotros sabemos qué es lo que necesitamos... ¿hasta cuándo vamos a esperar a correr hacia ello? ¿Hasta cuándo vamos a decirle "calla corazón" cuando es el único que late por esos sueños por cumplir?

Y decidí hablar, gritar, GRITAR... porque sea lo que sea y pase lo que pase, tengo mucho por decir. Los problemas se verán inmensos, el caos se meterá en mi vida en cualquier momento... pero cuando llegue, será un poco tarde, porque desde ya empezaré a aprender a vivirme y moveré montañas... y, si me disculpan... hay algunas que voy a destruir. Porque me decidí a ser yo. Romperé todo lo que sea falso, romperé paredes que nunca debieron estar y quemaré puentes que no llevan hacia ningún camino.

Esta vez decidí ser yo:
Completa
Única
Brillante
Y llena de amor


¡Sean luz y no reflejo! Los amo.

2 comentarios:

  1. Woooooooow... Sigue escribiendo! Me llegaron tus palabras Michelle (la de los Beatles )

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