26.6.11
... pero vamos a pasar
Y pasaremos.
Está todo dicho y los sentimientos se confunden.
Mi mente y yo estamos claras. Mi corazón aún no lo sé.
Hay debilidades y tú eres una. Y me encanta.
Verte es tan familiar. Tan mío.
No. Aún no estoy enamorada, pero sí pienso en ti.
Tengo miedo. Pero pasará. Y pasaremos. Y veremos ¿qué?
... pero su recuerdo me saca una sonrisa
20.6.11
... pero soy muy negativa
No intentes que descifre tu mente, no lo haré. Suficiente tiempo me toma descifrar la mía cada noche. Tampoco pretendas que dé un paso en falso, sabes que puedo caer y lastimar mis rodillas libres de cicatrices. No voy a ser quien diga aquí lo que quiere, tú también tienes boca y puedes gritar. No me des silencios que griten intenciones, odio asumir - y sobretodo asumir las consecuencias. No me mires de reojo cuando quieres mirarme de frente, para miedosos tengo ya a mis mujeres internas en un conflicto diario. No actúes porque de drama ya tuve mi obra completa.
No me envíes letras de canciones. No me envíes sonidos. No me escribas como bebé. Soy adulta y amo como lo que soy. No pretendas que crezca, mi niña interior podría resentirse y no podría soportarlo. No me pegues tus gustos porque los odiaré. Seré siempre todo lo que no esperas que sea.
No me dejes imaginar.
No me dejes soñar.
No me dejes pensarte.
Si quieres algo, ven y tómalo. Porque no estaré pendiente para siempre de un supuesto.
Y no me dejes. Porque yo no te dejaría tampoco... al menos, no creo.
19.6.11
... pero el amor engorda
... pero yo no sé escribir poemas
Me encanta el misterio que tienen tus ojos
Inundado de tristeza y de luminosidad,
De alegría fingida y sueños tardíos
Mezclado un poco con miedo a amar.
Me encanta el misterio que rodea tus labios
Aquella resequedad junto a ganas de besar,
Anécdotas ricas y llenas de encanto
De los labios que quisieron y no pudieron tocar.
Me encanta el misterio que envuelve tus manos,
Con ganas de todo tocarlo al pasar,
Caricias innatas sin sentimiento alguno
Sudores espléndidos que te hacen soñar.
Me encanta el misterio que se esconde en tu alma
Una principiante al momento de amar,
Rota por sueños de mujeres hermosas
Y un poco incompleta por tanto soñar.
Me encanta el misterio que encierra en tu vida
Que quiere morir y vivir luego un poco más.
Y al querer descifrar el misterio me contengo
Por ser el misterio que me hace soñar.
Me encanta el misterio que camina en tu ser,
Contemplarlo mientras por la calle te veo pasar.
Sentirme cerca de tu todo, misterioso y travieso,
Para así poderme yo misma encantar.
18.6.11
... pero yo siempre miro al piso
Los miro, los muevo y suelo jugar con ellos, a veces, como si estuvieran tocando un bongó constantemente. Muevo los dedos, los abro entre ellos, los vuelvo a cerrar. Me parece que el cuerpo nos lo dieron para jugar con él. Me resulta tan divertido encontrar partes de mi cuerpo que terminan asombrándome por su curiosidad.
Suelo dar pasitos... torpes, descoordinados, flojos. Miro a mis pies y me vuelvo a preguntar ¿para qué los tenemos? Y me responden nuevamente "para caminar"... ¡Qué va! Y me pregunto a mí misma ¿quién se conforma con caminar? Si hemos sido creados para volar.
17.6.11
... pero yo sólo quiero jugar
... pero yo creía que me gustaría el verde para siempre
Era tan fuera de lo común, a veces un completo estúpido y otras un payaso. Su cuerpo era algo que nunca había visto, destrozaba mis hormonas y me encendía más que un incendio forestal. Tenía esa facultad de abrazarme y sentir tanto calor en mi cuerpo que mis manos no podían desprenderse de él. Tenía la pasión y sabía manejarla a su gusto. Era un artista, de un entorno familiar conflictivo, de razones ilógicas y comentarios absurdos (yo y mi impulso de ayudar a las personas); era todo aquello que significaba un reto. Y como macha que me siento, lo acepté.
Deje que entre en mi vida casi sin esfuerzo, que con sus ideas mal planteadas me lleve a defenderlo con un escudo frente al mundo. Que con su sonrisa arregle cualquier problema que se interponía. Dejé que sus "te amo" perdonaran infidelidades, venganzas y mentiras. Dejé que sus piernas sean mi caminar y sus abrazos sean mi cinturón.
Y me olvidé de pensar en mí, en mis sueños, en lo que quería conseguir de la vida, en lo libre que muchas veces quise ser. Creamos un mundo verde, siempre decíamos que ese era nuestro lugar para soñar y ¡cómo nos equivocamos tanto!
Fui muy clara desde el comienzo al decir que yo no buscaba pasar el rato, que ya lo había pasado bastante; que el día en que yo deje de aprender de él o él deje de aprender de mí, las cosas acabarían. Él tenía la facultad de sacar a la guerrera que habitaba en mí, pero con el tiempo fue sacando a la hermitaña, a la que no le interesa nada, a la que besa por besar y no por sentir. El mundo empezó a cambiar de color, ya no era verde; era café, casi negro y sin esmaltar. Se convertía en una especie de papel carbón que intentaba pintar los mejores recuerdos, sin darnos cuenta que los recuerdos siguen siendo eso y nada más. Nos dedicamos a vivir del "es tanto tiempo" y "nunca nadie me hará sentir como tú lo hiciste" pero todo basado en un pasado. Estaba frente a una persona que conocía tanto, que me conocía y los sentimientos no eran ya extraordinarios.
Y dejé de aprender de él, y dejó de aprender de mí. Esos "te amo" se convirtieron en un quién miente más y quién se la cree. Los llantos ya eran escénicos al igual que las flores y los aniversarios... y alargamos un cuento donde el final ya estaba establecido, simplemente por creer que los cuentos de hadas no tienen final, que las guerras se curan con más guerras para que haya paz, que después del dragón saldrá el beso de amor eterno. Nos equivocamos.
Lo amé, sin duda lo amé y me amó... y en el fondo creo que aún lo hacemos los dos. Pero la distancia me hizo comprender que, por más que ames a alguien, si saca lo peor de ti, no vale la pena seguir. Y si es que alguien cree en lo que es el "amor de su vida" pues puedo decir que él lo era.
¿Ahora? pues estoy en mi etapa naranja. De verdes no quiero saber más. Tal vez, algún día, vuelva a amar ese color con tanta intensidad y, si es posible, volver a ese mundo que creamos algún día. No es esperanza, es simplemente que hay errores que vale la pena volver a cometer... pero siempre cuando una está lista y dispuesta a golpearse.
... pero le tengo miedo al teclado
1.- Sentarse erguida frente a la pantalla.
2.- Posar las dos manos sobre el teclado, la forma en que te enseñaban en las clases de mecanografía -sí, la de 1990 o algo así
3.- Hacer lo que llamo el baile de los dedos (eso que se ve en las películas cuando pareciera que escriben a una velocidad impresionante, sin embargo sólo aplastan las teclas lo suficiente para que suenen, y el postproductor pueda poner el texto adecuado una vez terminada la escena)
4.- Respirar profundo
5.- Pensar en lo que vas a escribir
6.- Respirar profundo unas dos veces más - porque si respiras más de eso puedes pensar que no te va a salir nada que valga la pena, o simplemente te mareas.
7.- Empezar a teclear como en las películas aunque no tenga sentido
He ahí el punto del miedo: que las cosas no tengan sentido. Que lo que salga de tus dedos no valga la pena ser leído. Miedo al plagio sin intención, miedo a caer en lugares comunes, miedo a decir "¿para qué &%#! estudié redacción?". Y no es que no sepa escribir, sé redactar buenas cartas para los clientes, soy muy buena con los correos electrónicos y, me tomo el atrevimiento de decir, que excelente para las descripciones; pero una historia, un cuento, un blog, aún mantienen esa sensación te tener que abrir la puerta más oscura de tu casa.
En fin, esta es la introducción del blog. Lo que suceda luego de esto, ya lo veré - o lo veremos, depende el caso - y podrá ser mejorado por el tiempo o simplemente puedo poner algo como "eliminar blog" y me saldrá como opción "¿desea eliminarlo para siempre de la mente de quienes la leen?" y pondré que sí, sin pensarlo.